martes, junio 27, 2006

 

Y largaron los muestreos!

Después del sacudón de bienvenida en nuestro nuevo punto de invernada la paz al fin se hizo presente. Los vientos amainaron y dejaron de ser una preocupación. Al punto de que ahora parecen muy lejanos aquellos días en los que cortábamos clavos con las amarras. Una vez estabilizados se vino la hora de reacomodarse para poder comenzar con los muestreos…

Pensar que habíamos laburado un montón en reacondicionar el labo en Melchior y estaba todo preparado! Lo único que nos faltaban eran algunas cosillas que nos tenía que traer de pasada el Gould y ya arrancábamos! Pero la realidad fue otra y hubo que adaptarse a las situaciones que se fueron presentando.

De a poco fuimos yendo a la base a recuperar el material dejado durante la evacuación. Es decir, prácticamente todo nuestro equipamiento científico. La sensación al volver fue un tanto deprimente. Ver los restos de las amarras, el puente que tanto trabajo nos costó construir flotando a la deriva en el agua…y volver a meter en las cajas todo lo que habíamos dispuesto para trabajar en el labo, un bajón!



Si tenemos en cuenta que teníamos acumulado el material que trajimos con nosotros más el que nos llegó después con el Gould en su primera pasada (40 cajas!), la pregunta del millón se caía de madura: dónde catzo íbamos a meter todo esto en el Sedna????!!!! Buena pregunta por cierto…

Logramos reducir el volumen a unos 15 cajones, llevando lo estrictamente necesario para los trabajos durante la invernada y dejando el resto para recogerlo antes de pegar la vuelta al continente. Hicieron falta varios viajes para transportar todo. Igual el punto crucial era el ultra freezer. Cómo mover ese mastodonte de 400 kg y llevarlo hasta el velero sin que se hiciera percha en el camino? El embalaje original con el acolchado de espuma sintética ya era historia así que había que moverlo peladito nomás.

Yo cortaba clavos porque si se nos jodía el aparatejo este, se nos caían la mitad de las técnicas que requieren guardar las muestras rigurosamente a -80 °C…o sea!

Y llegó la hora. Salimos en patota bien temprano para la base y pusimos en marcha el plan de Mario, bien simple y sin vueltas: una rampa desde la plataforma del laboratorio hasta el Zodiac, fabricada con unos tirantes de madera y unos planchones de aglomerado. Claro, el detalle es que la pendiente era de casi 45 grados!!! Daba vértigo de sólo mirarla!

Por suerte el asunto se resolvió más fácil de lo que esperábamos y el ultra se dejó arrastrar suavemente por la improvisada rampa hasta el piso del semirrígido. Primera parte cumplida!!

Ahora nos quedaba otra movida no menor que la anterior: subir el ultra al velero y colocarlo en el espacio múltiple donde funcionan parte de nuestro laboratorio, la sala de enfermería, el taller mecánico y las máquinas de lavar la ropa. Eso requirió sacar a la cubierta un freezer viejo, reacomodar las lavadoras, otro freezer…cada uno con sus respectivos anclajes de hierro soldados al piso del velero! Un trabajito faraónico que le llevó más de dos días a Stevens.

Pero veníamos con buena estrella y todo salió bien. Hasta diría que el ambiente quedó con una mejor distribución de las cosas y con una sensación de mayor espacio!




Ya estábamos listos para comenzar a muestrear. O casi.

Las cajas con todo nuestro material fueron a parar a un reducido espacio debajo del puente de mando. Acomodar las cosas allí fue lo más parecido a ser parte de un Tetris en el que las cajas y nosotros nos confundíamos con las piezas a encastrar.

Agachados, reptando, tratando de no reventarnos la cabeza contra el techo de hierro, moviendo los cajones de manera que pudieran ser accesibles cuando necesitáramos sacar el material de adentro, así nos la pasamos una tarde entera reacomodando todo. Tal vez no fuera el lugar ideal, pero era el único espacio que encontramos disponible. Habitualmente se usa para guardar materiales diversos y hasta la basura, pero ahora se convirtió en nuestro cubículo de almacenamiento.

Quedaban algunos detalles pendientes, como el lugar donde realizaríamos el procesamiento de las muestras. Antes contábamos con una casa con tres habitaciones, es decir, espacio de sobra. Teníamos un cuarto para hacer las filtraciones, otro como cuarto oscuro…y bueh, no queda otra, a acomodarse como sea posible!

La secadora de ropa se convirtió en nuestra plataforma de filtración, la tapa del ultra freezer nuestra mesada de trabajo…y nuestra ducha, el cuarto oscuro! Con un aglomerado improvisamos una mesada entre la pileta y el radiador y la verdad que no quedó tan mal!!

Ya estábamos listos?? Nooooo, aún quedaba un detalle para nada menor: de alguna manera teníamos que adaptar en el Zodiac el guinche manual que nos mandaron para poder bajar en el mar los instrumentos de medición y las botellas de muestreo. Stevens con su habitual creatividad e inventiva desarrolló una plataforma portátil con unos listones de madera, un cajón y un tubo de aluminio que realmente parecía salido de un programa “hágalo Ud mismo” de lo mas bizarro. Pero anduvo de maravillas! El brazo de aluminio se mueve con unas bisagras y se apoya sobre el costado del Zodiac, dándole estabilidad al guinche mientras subimos o bajamos el cable de acero. Impecable…y seguramente que único en su tipo!! (pat. pendiente).




Por fin, a principios de Junio ya estaba todo preparado como para largar a full. Ahora bien, muchos se estarán preguntando, que corno es esto de los muestreos, no? Bueno, el objetivo principal del proyecto es caracterizar la comunidad planctónica de la región y la influencia que ejercen sobre ella factores como el calentamiento global, la radición UV-B y el aumento atmosférico del CO2. Es la base de la pirámide ecológica y los cambios que pueda sufrir por estas variables repercuten a escala mayor. Y cómo hacemos esto? Pues monitoreando las variables fisico-químicas de la columna de agua y tomando muestras de agua a diferentes profundidades para caracterizar dicha comunidad.

Eso que parece tan simple involucra mucho trabajo de campo, como podrán ver en lo que es un típico día de muestreo:

La jornada previa a la salida hay que invertir algunas horas en preparar el material que se va a utilizar para procesar las muestras de agua: filtros, botellas, crioviales, reactivos, soluciones de trabajo, etc. Hay que rotular adecuadamente cada elemento ya que sino después es imposible saber qué es qué y son muchas muestras!! También es preciso dejar listo todo el aparataje electrónico que hay que llevar abordo. Chequear las baterías, las conexiones, preparar las botellas de muestreo y los termos de almacenamiento…una vez en el agua no es bueno acordarse de algo que quedó atrás en el velero!

Por la mañana y una vez desayunados empieza la movida. Como los días a esta altura del año son muy cortos, arrancamos con la oscuridad de la noche. Lo primero es enfundarse en los trajes Mustang de supervivencia, ya que el trabajo involucra mojarse bastante y nunca se está exento de una caída al agua! Otra vez los teletubis culones de color naranja!!




Hay que subir todo el material a la cubierta, con lo cual ya se va entrando en calor. Las cajas no son precisamente livianas y parece una verdadera mudanza! Subiendo y bajando por los angostos pasillos del velero, es un lindo ejercicio que dentro de los Mustangs se asemeja mucho a un sauna portátil!

Cuando todo está listo, se viene la hora de poner el Zodiac en el agua. Por razones de seguridad, se guarda sobre una plataforma en la cubierta del velero, así que hay que usar la grúa para ponerlo en el mar…de pasada vamos cargando todo el aparataje en el bote. La plataforma de aluminio que hace de piso es tan resbaladiza como una pista de hielo (más cuando hay nieve acumulada!), con lo que además de todo nos convertimos en malabaristas para acomodar el equipo, guinche incluido, en el Zodiac que se hamaca alegremente suspendido en el aire al costado del Sedna.

Comienza la cuenta regresiva…siempre y cuando no haya algún problema con el motor, ya sea porque el combustible está congelado o la bomba de aceite no anda. Por suerte Mario siempre se las rebusca para hacer andar las cosas! No sólo es un excelente piloto, sino que además nos da una mano con el laburo una vez en el agua…

Por fin largamos la primera etapa. Ya que cada vez que muestreamos tenemos que hacer dos salidas. Veamos por qué…

El punto de muestreo, con una profundidad de más de 120 m (que es el máximo de cable que tenemos en el guinche) está a unos 10 min de viaje saliendo de nuestra bahía. Una vez posicionados con el GPS preparamos el primer aparato, el CTD. Es un instrumento que permite medir varios parámetros en la columna de agua, como temperatura, salinidad, densidad, conductividad y clorofila a. Hay que tratar de bajarlo y subirlo a una velocidad constante de 1 m/s, por lo que al principio hay que frenar el cable de acero y después hay que hacer bastante fuerza para recuperarlo. Para que baje derecho los 120 m y no sea arrastrado significativamente por la corriente le agregamos unos pesos en la parte de abajo…es un lindo ejercicio para los brazos!!

Cada vez que hacemos algo hay que chequear la posición con el GPS ya que si la corriente nos desplaza mucho hay que volver más o menos al sitio original de muestreo.




Después del CTD se viene el PUV. Este bichejo mide la intensidad de la luz que penetra en el agua y a partir de los resultados obtenidos se determinan las cuatro profundidades de muestreo en relación con el porcentaje de radiación PAR (radiación fotosintética). Pero no es moco de pavo hacer andar este instrumento en el medio del mar en un Zodiac…en la Antártida! Para eso necesitamos una laptop (metida en una valija hermética para que no se haga bosta con el agua de mar y/o agua y/o nieve), una batería de moto externa que nos asegure el funcionamiento de la compu, un sistema de calefacción de la valija para que la compu no se pare por bajas temperaturas, la batería propia del PUV y el PUV en sí, que viene con sus ciento y pico de metros de cable! Se van haciendo una idea del despliegue que es esto, no?

Una vez finalizada la medición y monitoreados los parámetros meteorológicos del momento (viento, temperatura, estado del mar), regresamos al Sedna para preparar la segunda salida.

Mientras Seba analiza los datos del PUV y Mario se toma un café, yo me dedico a volver a meter en el velero todo el material electrónico ya que no se puede dejar alegremente en el fresco del ambiente y preparo las cosas para el muestreo del agua.

Primero las botellas Niskin de 12 L, que son unos tubos de plástico especiales que se tapan automáticamente cuando un peso (el mensajero) se larga por el cable de acero del guinche y choca contra un dispositivo de cierre. Con estas botellas se puede muestrear agua de una profundidad específica sin problemas. Después los cajones térmicos conteniendo los termos para almacenar el agua de las diferentes profundidades de muestreo. Unos 24 L por profundidad, con lo que juntamos casi 100 L de agua para procesar!! Son cinco cajones que ocupan casi todo el Zodiac. Y encima, para evitar que el agua se nos congele entre que muestreamos y volvemos al velero, hay que agregar un poco de agua tibiecita de la ducha en cada cajón.




Así vamos de vuelta al punto de muestreo y a sacar el agua! Las primeras dos profundidades (100 % y 50 % PAR) son bastantes simples ya que están a 1 m y unos 10-15 m de la superficie. Pero las otras dos (0,1 % y 1 %+50 m) se van casi al límite de nuestro cable. Y mover la Niskin de 12 L cargada desde el fondo del mar con los pesos para que baje derecha…ese sí que es un flor de laburo físico! Menos mal que nos entrenamos un poco porque sino vamos muertos!!

Está genial escuchar como se pierde el sonido que hace el mensajero cuando desciende rozando el cable hasta escuchar el ruido seco del tapón que se cierra. Llega a tardar más de 30 seg en bajar los 120 m!

Y más vale que haya cerrado bien, porque sino hay que repetir…y con esas profundidades mejor no tener que hacerlo más de dos veces!!

El proceso de vaciamiento de las botellas tampoco es trivial. Primero hay que llenar una botella de plástico especial de 2 L utilizando un tubo de silicona antes de pasar a los termos de mayor capacidad. Y todo hay que enjuagarlo tres veces antes de llenarlo! Lleva su tiempito el asunto…




Si todo va bien (cosa que es de lo más atípico en estas cuestiones experimentales), la historieta esta lleva más o menos unas tres horas de trabajo al aire libre. Usualmente volvemos cerca del mediodía y después de descargar las cosas en la cubierta y poner los cajones al reparo del frío extremo, aprovechamos para hacer un rápido almuerzo. Aun nos queda todo el tema del procesamiento de muestras!!

Hasta ahora hicimos cuatro salidas de este tipo y por supuesto Murphy siempre nos acompañaba en cada una de ellas. Si la primera vez salíamos con buen clima, la segunda seguro que nevará, se levantará un viento gélido que nos dejará tiritando o la niebla nos hará sentir en el medio de la nada. El PUV fallará y habrá que repetir varias veces hasta obtener algún resultado que sea útil…o las Niskin se rebelarán quedando abiertas justo en las mayores profundidades de muestreo. Ah, también puede pasar que el mar se mueva tanto que las horas pasadas allí se hagan eternas, volviendo con un pedo de novela y a punto de dejar el desayuno como recuerdo para las gaviotas…agh!!!

Pero esto recién comienza! Después de una necesaria dosis de café post-almuerzo comienza el tratamiento de las muestras. Para cada profundidad relevada hay que llevar adelante unos cuantos protocolos de filtrado y almacenamiento de muestras que serán analizadas una vez que regresemos a Canadá con equipamiento más sofisticado.

Son cuatro filtraciones diferentes para aislar las distintas fracciones de interés: pigmentos, clorofila a, diversidad de bacterias y POC/PON (carbono y nitrógeno orgánico particulado respectivamente). Todo por duplicado o triplicado…a más o menos media hora por cada uno…saquen cuentas!!

Por otro lado, hay siete protocolos de fijación de muestras: fitoplancton, abundancia de bacterias, nutrientes, pH, alcalinidad, CDOM (materia orgánica disuelta coloreada) y DIC (carbono inorgánico disuelto). Cada una de las muestras se almacena en las condiciones requeridas, ya sea a temperatura ambiente, en freezer (-20 °C) o ultra freezer (-80 °C). El pH se mide en el momento una vez que están todas las muestras procesadas y el DIC se hace en un día posterior empleando un equipo específicamente traído para ello.

Por si esto no fuera suficiente, también hay que hacer un par de estudios más utilizando el cuarto oscuro (la ducha, bah!): fluorescencia y amonio (a estrenarse en breve!).

Con todo esto y repartiéndonos el trabajo con Seba terminamos alrededor de la medianoche…hechos puré!! Ahora entendemos por qué originalmente íbamos a ser cuatro científicos y no dos!! Jajjajaj…

Resumidamente (!!!) eso es lo que llamamos una estación de muestreo…aunque no del todo!! Siiii, todavía falta más!!!

Es que supuestamente también en la estación teníamos que incluir el protocolo para hacer incubaciones, pero es imposible hacer todo en un mismo día. Ojo, no quiere decir que nos tengamos que sentar a incubar huevos!! El concepto es algo diferente. La idea es registrar el balance entre la respiración y la fotosíntesis de los microorganismos que están en el agua, diferenciando el efecto de la radiación UV-B.

Para ello tenemos un sistema de 11 celdas de teflón con ventanas de cuarzo y cierres herméticos en las cuales ponemos agua superficial del punto de muestreo y las colocamos en unos cajones que tienen un sistema de circulación de agua de mar para que la temperatura se mantenga homogénea e igual al momento de sacar el agua (que anda en - 1°C más o menos). Cuatro celdas tienen un filtro para la radiación UV-B, otras cuatro no tienen ningún tipo de filtro y las tres restantes quedan en oscuridad (para evaluar sólo el proceso de respiración).

Ahora bien, además de las innumerables historias que tuvimos durante el proceso de preparación y puesta a punto del sistema (Murphy fiel como siempre!), el tema de las mediciones es en sí mismo otro capítulo aparte.

Sop, al día siguiente de haber completado la estación tenemos que salir otra vez a muestrear para las incubaciones. Nuevamente hay que registrar los valores correspondientes con el CTD y el PUV y después recolectar unos 24 L de agua superficial (a 1 m de profundidad, con las Niskin).

Hay que tratar de hacer las cosas lo más rápido posible, ya que este ensayo obviamente depende de la radiación lumínica y teniendo en cuenta que a las 15-16 ya no se ve nada, más vale meterle pata…

Una vez de vuelta en el Sedna yo me encargo de llenar las celdas (y el agua está helada, se los puedo asegurar) y montar el sistema mientras Seba organiza nuestro labo en la ducha para hacer las mediciones. Y qué es lo que medimos? Oxígeno. Y de una manera muy sofisticada, con unos electrodos de fibra óptica de última generación. Pero claro, hay que usar una compu portátil, tener todo el cablerío encima…digamos que no da para hacerlo al lado de las cajas de incubación. La solución? Llevar de un lado para el otro cada celda en el momento de registrar el valor del contenido de oxígeno. Y como la temperatura debe ser constante, con unos tachos de pintura improvisamos unos recipientes termostatizados para transporte de las celdas.

En otras palabras, significa bajar y subir de la cubierta unas 11 veces por punto de medición acarreando los tachos estos…otro buen ejercicio físico como para no perder el training!! Creo que lo más complicado es no matarse de un resbalón por la cubierta del velero!!

Como se imaginarán a esta altura, después de cada estación terminamos de cama!! Y no es para menos…

El día siguiente nos dedicamos a procesar los datos y llenar las planillas que enviamos a Canadá para que cada investigador pueda seguir la evolución de los resultados y hacer las modificaciones del caso si es necesario.

Por si todo esto fuera poco y como oferta del día, también tenemos un sistema de monitoreo de radiaciones montado encima de la cabina de mando del velero para medir UV y PAR en continuo. Que por supuesto hay que revisar cada tanto ya que periódicamente la nieve y el hielo obstaculizan los sensores. Además, en la proa del velero tenemos instalado un soporte “made in casa” (entre otras cosas, también somos carpinteros!) donde podemos recolectar muestras de nieve y/o lluvia que posteriormente se utilizarán para hacer análisis de isótopos radioactivos. Como cierre para nuestras tareas científicas, de las filtraciones de clorofila a que hacemos reservamos una para hacer una extracción posterior y medir in-situ los valores correspondientes.

Completito el asunto, no?

Digamos que no es habitual que ese haga este tipo de muestreos por estos pagos durante la invernada…más bien debemos ser los únicos delirantes!!! Y ni les cuento cuando se venga el hielo!! Se imaginan lo que va a ser ir a muestrear en esas condiciones?? Ya les contaré…

Si a la complejidad inherente de llevar a cabo todos estos estudios le sumamos los n problemas que van surgiendo día a día y cómo cambiaron las condiciones iniciales para lo que esto fue pensado (basados en Melchior), sacar adelante este proyecto con los recursos que hay a mano es como quien dice merecedor de la camisa de fuerza de oro!!! Jajjajaja…y ni hablar de las condiciones particulares de la expedición, parte de otra entrega futura…

Este es grosso modo nuestro laburo científico durante nuestra estadía en la Antártida. Por ahora las estaciones son espaciadas ya que en esta época del año los parámetros no varían demasiado, pero en la primavera se intensificarán al punto de muestrear cada 3-5 días. Se va a poner movidito!!

La vuelta en el velero hasta Canadá es otro mundo, ya que la idea es muestrear todos los días!! Habrá que ver igualmente qué es específicamente lo que se hace…

Nuestro próximo paso? Volver a mudarnos otra vez y reinstalar las cosas para trabajar, esta vez en la carpa que nos llegó el otro día con el Gould. Nuevo desafío, nuevos obstáculos a superar, será la mudanza definitiva???

Ahora entiendo por qué dicen que hay que estar un poco loco para hacer este trabajo en estas latitudes…hay que tener problemas de personalidad múltiple para que te den las manos!! Jjajajaj…

Besotes y abrazos para todos/as!!

Salut!!

Damián






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