viernes, abril 07, 2006

 

Febo asoma

Y finalmente terminamos el puente entre el velero y la base! Una obra casi faraónica que se llevó a cabo sin importar las inclemencias climáticas, más que habituales, con fuertes vientos, lluvias y alguna que otra nevada. Ahora bien, cruzarlo requiere de un sentido del equilibrio magistral, especialmente cuando el viento lo sacude de un lado para el otro como títere desbocado! A veces el velero se inclina hacia la base y al cruzar casi (o directamente) se meten las patas en el agua, o al contrario, se tensiona tanto que parece una tabla rígida. Y hay que cruzar agachados, ya que las cuerdas laterales son un tanto bajas…digamos que es todo un desafío cada vez que se pasa de un lugar para el otro…dormidos abstenerse!!!


Con qué seguimos después de eso? Pues siempre hay cosas para hacer y en las que se puede ayudar. Ordenar el piso de abajo del laboratorio, cortar leña para el invierno, seguir con la rotación de la comida para que no continúe arruinándose, armar la mesa de ping-pong, montar la antena parabólica para la televisión, organizar el espacio de actividades físicas…en fin, no se para nunca!


Por supuesto que me tocó a mí la noble tarea de reciclar las bicicletas para entrenar. Los rodillos nuevitos e impecables…pero las máquinas estaban cubiertas de óxido por todas partes después de tres meses en cubierta expuestas al aire marino. Y no fue un laburito fácil! Sin herramientas apropiadas para las bicis, hubo que destrabar eslabón por eslabón usando dos pinzas bien a lo bestia, sacar todos los cables, engrasar, regular…todo por tres! Marco aportó su granito de arena ayudándome a cambiar un caucho…y le hizo 7 (si, siete!!) agujeros a la cámara con las cucharas que usábamos para sacar la cubierta!!! Y como no podía ser de otra manera, de parches para bicicletas ni hablar! Sólo los de neoprene para los Zodiacs…otra odisea el tratar de arreglar esa cámara y descubrir a cada reparación que había un agujero más!!! Gracias, dejá, sigo solo!! Jajjajajaj…



Algo interesante de destacar es que esta gente tiene unos cauchos que usan para pedalear en el hielo que vienen con unos clavos para tener adherencia…claro que yo no tenía idea ni le preste mucha atención…hasta que quise frenar la rueda con la mano mientras regulaba los cambios y me avivé experimentalmente de dicho detalle. Un consejo? No lo hagan ya que los cachos de mano salen volando!!! Ouch!!!

Lo bueno es que ya estoy organizando el primer raid en bici en la Antártida…al menos la vuelta de la isla en la que estamos si el mar se congela en invierno, no?


La antena parabólica es otro capítulo aparte…tuvimos que hacer una base de cemento para fijarla al suelo ya que sino con los vientos habituales no iba a durar mucho. Ayer justamente estábamos colocando tranquilamente los gajos del disco de la antena en una tarde más que apacible. Hasta que de la nada salió un viento de más de 30 nudos (poco menos de 60 km/h) que casi nos vuela al joraca! Lo que fue terminar de poner los tornillos (que obviamente nunca encajan en los orificios originales) y ajustar el plato infernal este para que no se volara! Si resistió esta noche, no se vuela más!! Llegaremos a ver el mundial???


El otro día nos tocó el minuto de fama a Seba y a mí, ya que nos entrevistaron en directo desde Canadá para la radio y la televisión. A él le tocó salir en cámaras y a mi la parte radial (en inglés, obviamente!). Lo gracioso es que mientras me hacían las preguntas por teléfono, en medio de un eco en el que se volvía un poco complicado entender algo, veía cómo los demás estaban festejando la inauguración del puente y por lo tanto estaba más bien un tanto disperso…la sarta de incoherencias que habré dicho!! Jaajjajaja…


La vida abordo va acomodándose lentamente. Casi todas las noches después de cenar y el típico momento de conexión con el mundo exterior a través del mail terminamos mirando alguna película. Marco es uno de los grandes impulsores de la movida y lo más difícil es consensuar en algo que la mayoría no haya visto…hasta ahora venimos zafando y se van viendo los gustos de cada uno en función a la oferta que se propone. Y hay de todo!!




Eso si, no nos privamos de nada! Carne de ciervo, conejo, cerdo…las presentaciones de los platos a veces son de cocina internacional! El otro día algo que para mí era hígado común y silvestre resultó ser foie gras, una delicatessen al estilo caviar que mi poco delicado paladar no supo apreciar…es que para mí no hay nada mejor que unas buenas milangas con puré…pse!


El sábado pasado tuve mi venganza ya que nuevamente me tocó ser esclavo del día en la cocina y de postre les hice panqueques con dulce de leche. Encontré un tacho de 5 kilos, añejado desde el 2004 en la antártida y heredado de la dotación de militares que reacondicionaron la base. Al abrirlo descubrí una capa de dulce azucarada y endurecida como una roca que resultó ser una fuente inagotable de “Vauquitas”, ubican la golosina? Qué shock glucémico por favor!!! Los 12 panqueques que preparé se consumieron tres kilos de nuestro querido producto y aquellos que han probado mi cocina saben muy bien lo bestiales que son, repletos de dulce de leche y con azúcar acaramelada por afuera. De que quedaron todos pipones no hay dudas! Excepto Jean, que directamente no le gusta el dulce de leche, los demás reventaron con mi postre “light”…

Este domingo nos toca a Marco y a mí ocuparnos de la cocina, así que vamos a ver qué menú podemos hacer para sorprender a la gente. Empanadas y flan casero es una de las opciones…o un asadito al aire libre???...mmmmmm…


El finde pasado adelantamos una hora ya que estamos en sincronía con Montreal. Eh!, si el velero canadiense se mantiene en el uso horario de Canadá, en la base que es territorio argentino tenemos que seguir con la hora habitual de nuestro país! A cambiar de hora cada vez que cruzamos el puente!! Claro, no me dieron mucha bola que digamos… :)


No sólo cambiamos de hora, sino que también de mes, lo cual dio lugar a uno de los eventos más esperados por muchos miembros de la tripulación entre los que me encuentro: dar vuelta la hoja en los calendarios de nuestro camarote y descubrir las nuevas beldades que nos acompañarán los próximos días. Gracias de nuevo amigazo Ariel por esta compañía que además suscita frecuentes visitas en nuestro habitáculo…



Los dos generadores que están en la proa del velero siguen cobrándose horas de sueño y a veces ni los indispensables tapones de oído logran apaciguar el quilombo que meten. El resultado se traduce en unas mañanas con caras patéticas y humores de perros que ni les cuento! Pero mucho no se puede hacer. Sólo hay un generador en la parte de atrás del barco y cuando se usa ese no tenemos agua caliente. La rotación es cada tres días por generador así que los que vivimos en la parte de la proa (también llamado “el Bronx”) vamos a tener que acostumbrarnos a poder dormir bien tres días por seis de tortura acústica…aghhh!!!


Hasta la semana pasada el clima venía comportándose de lo más canuto. Días grises, lluviosos, ventosos, nada que permitiera que se pudiera disfrutar un poco el estar en estos pagos tan lejanos. Ni siquiera un frío que nos hiciera creer que estábamos en la antártida. Seguimos con temperaturas sobre cero fuera de lo normal que nos han dejado casi sin hielo en los alrededores.


En una rutina donde básicamente todo el día se está haciendo algo y no hay mucha diferencia entre una jornada y la otra, la aparición del febo obliga a poner una pausa y a dedicarse un poco a la recreación. Y así se cumple sagradamente!!! A menos que haya algo de mucha urgencia, cuando hay sol se disfruta y punto. Ese es el fin de semana, coincida o no con el calendario.


El sábado 25 por la noche se venía anticipando un día de aquellos. Tuvimos un cielo completamente despejado y con Seba nos cruzamos a la base para apreciar en su magnitud el espectáculo que ofrecían las estrellas inundando el cielo. Hasta pudimos ver una incipiente luna salir en el horizonte…sólo nos faltaban las chicas!!


Ese domingo finalmente fue el primer día decente en el que todos salimos a fotosintetizar un poco. Por ejemplo sentado en la proa del velero, donde hay una silla de madera que te deja prácticamente suspendido sobre el mar, ideal para contemplar el paisaje que se extiende frente nuestro y escuchar un poco de música...o de paseo con el Zodiac!


Justamente por la tarde salimos con Stevens y Amelie a dar un paseo entre las islas que tenemos en las cercanías... que belleza de paisajes! Después de un mediodía que parecía decaer en lluvia una vez más, justo se despejó y tuvimos un sol alucinante que pintó todo de unos colores impactantes. Vimos un par de tempanitos de cerca, con la profusión de azules y verdes intensos según como les da la luz, las nubes se corrieron y dejaron ver unas montañas increíbles en las islas vecinas. Y pudimos apreciar unas que desde la base no llegamos a observar que me dejaron boquiabierto!



Después fuimos a visitar la zona que en un futuro espero que no muy lejano se convertirá en un lugar de campamento recreativo, cosa de poder tomarse un respiro del velero por unos días inmersos en la majestuosidad de estos paisajes. Aparentemente el canal en donde encontraron esta “playita” es nuevo y no figura en los mapas más viejos de hace 50 años. Qué mejor ejemplo del efecto que está sufriendo el planeta por el cambio climático y el calentamiento global! Parecería que inclusive la nueva isla formada producto de esta separación aún no tiene nombre oficial, así que Jean ya está en campaña para ver si la pueden bautizar Sedna…que tul?


El lugar es simplemente impresionante!!! Unas islas cargadas de glaciares que forman unos canales super protegidos donde el mar es una pileta transparente...dan unas ganas de meterse al agua!!! Al apagar el motor del bote descubrimos el silencio antártico...que espectáculo para los sentidos!


Bajamos un toque a la costa y vimos unas focas otarias, pingüinitos...y una foca leopardo en plena acción que casi se manduca un pingüi frente a nosotros! No saben que cacho de bestia que es! Y la teníamos a dos metros nuestro!



En fin, una tarde de esas que justifica muchos sacrificios y trabajo en exceso. Esos momentos son totalmente Mastercard...no tienen precio!!


El miércoles 29 tuve mi segunda salida. Estaba trabajando en las bicis y en eso cayó Amelie a ver si quería ir con ella y Pascale a caminar por el glaciar que esta en el centro de nuestra isla...como decir que no!!! Enseguida lo enganché a Seba, agarramos los grampones, la cámara y salimos...

No les puedo explicar qué placer y que alegría semejante caminata!!! Trepando una cuesta por un glaciar, pasando junto a grietas enormes y descubriendo a cada paso una vista más impactante y deslumbrante! Y en la Antártida!!! Me sentí como en las montañas de Bariloche, pero inundado de hielos por donde fuera que miraba!

A mi costado pude ver por primera vez la Isla López, aparecieron perspectivas nuevas de los lugares ya comunes para nosotros. Hacia nuestras espaldas vimos como se levantaba lentamente una pared que es una mole de roca y hielo que habitualmente esta tapada por las nubes...no, algo alucinante!!!

Subimos cerca de media hora. En algunas partes los pies se hundían bastante, haciendo más pesada la marcha. Pero la magnificencia del paisaje te hacía olvidar de todo...hasta de cerrar la boca!

Y llegamos a la cima...y la panorámica nos comió los sentidos...puta que ahora si vale la pena estar encerrado en este lugar tanto tiempo! Ojalá que hayan muchas mas ascensiones!!! Ya le decía a Seba que tenemos que organizar un evento deportivo, a ver quien llega mas rápido a la cumbre!! En la página del velero hay unas fotos (ver día 30 de marzo) donde se puede apreciar el paisaje del que les hablo…el puntito amarillo es Seba y el naranja soy yo!


En estos días también vamos a laburar en la señalización del sendero para poder subir seguros sin mandarnos a alguna grieta. Al principio se bordean unas cuantas que dan miedo!!

La bajada también fue genial. Pascale llevó unos cachos de acetato, que se parecen a unas filminas gigantescas, llamadas "crazy carpet", muy comunes en pagos canadienses. Y vaya si es loco! Te subís, te agarrás de un par de agujeritos en el frente...y patinás como bestia!!! No les explico lo que fue el descenso arriba de eso! Ya en Rimouski me habían dicho de practicarlo pero no tuve tiempo. O sea, debo ser el primer argentino en hacer por primera vez en su vida crazy carpet...en un glaciar en la Antártida!!!!! Jajjajajaj...



Como eso de frenarme con las patas no me convencía, probé una manera más copada y adrenalítica a la vez...siiii, de panza!! Qué velocidad!! Y manoteando el suelo para no desembocar inexorablemente en las grietas!! Casi me dejo un dedo en una de las paradas...pero valió la pena! Mi expresión de enajenado era cada vez mas asombrosa...qué kamikaze!! Jajjajaj...


El viernes tuvimos otra oportunidad de subir al glaciar. Esta vez fuimos con Seba, Marco, Martin, Mariano y Pascale. Todo parecía diferente al otro día. El espesor de la nieve, las nubes, las tonalidades con el sol pegando de otros ángulos...mágico por donde se lo mire. Seba se sacó el gusto de practicar una de sus pasiones: el kite o más vulgarmente para nosotros el barrilete. Sofisticado, eso sí! Su otro delirio es el freesbee (plato volador, bah!), que yo ni sabia que era todo un deporte establecido, con partidos y reglamento. Igual como que no daba para jugar en medio de las grietas y andá a buscarlo vos si se va lejos!! Jajajaja…



Digamos que los intentos que hicimos Marco y yo de pilotear el kite por más de 3 segundos fueron infructuosos…para mí que estaba fallado!!



Este sábado, además de dar la bienvenida al nuevo mes y a las chicas de los calendarios tuvimos el que creo fue hasta ahora el mejor día desde que llegamos. Sol, casi nada de viento…ideal para el kayak!! Así que después de almorzar comenzamos los preparativos con Amelie para dar una vuelta en el kayak doble. Como para asegurarme de que no iba a tener problemas con el agua, me prestaron un traje de supervivencia Mustang. Son unos mamotretos infernales en el que me sentía como un muñeco inflado con escasa capacidad de movimiento. Si le sumamos el chaleco salvavidas y el cobertor de neoprene para el kayak parecía más un astronauta que un kayakista!!



A pesar de todo, el hecho de estar remando en el mar en estas latitudes te hace olvidar de cualquier detalle de incomodidad. Eso de tener témpanos y glaciares ahí nomás enfrente de uno es muy loco. Enfilamos derecho para el canal este nuevo que está frente a nosotros y ahí nos quedamos extasiados viendo el hielo de cerca, apreciando las distintas tonalidades de azules que se dan en los intrincados recovecos de su topografía. Silencio total, sólo interrumpido por el sonido de las gavitas o los albatros dando vueltas por los alrededores. Simplemente pacífico…


El canal se vuelve muy poco profundo en la zona donde está el futuro emplazamiento del campamento, por ahora terreno de las focas. Ahí, además de prestar atención a la presencia de rocas, también tenía que vigilar por los cachos de hielos que flotaban por todas partes. Algunos pequeños, otros no tanto. Era muy gracioso ya que yo iba al frente y me olvidaba de avisarle a Amelie que girara el timón a tiempo, así que la mayoría de las veces les pasábamos muy finito o simplemente los chocábamos…menos mal que íbamos despacio.

En eso me sentí como en el Irizar…estábamos atravesando una capa de agua congelada superficialmente y el sonido era como ir rompiendo vidrio a nuestro paso, con la punta del kayak y con los remos. Alucinante!

Estar en contacto con la naturaleza en un estado tan puro y ser testigos presenciales de semejante escenario es algo único. Las focas merodean y nos gritan al pasar, los pingüinos van y vienen nadando con sus hábiles saltos y zambullidas en el agua, los albatros pasan rasantes sobre nuestras cabezas…


Después de recorrer el canal salimos del otro lado, con esa inmensa mole de roca y hielo que se ve desde el velero ya mucho más cerca. Amelie propuso dar la vuelta completa a la isla (hay un mapa como para que se ubiquen en las fotos de los días 30 y 31 de marzo) y allí fuimos. Lo que parecía un paseíto resultó ser una odisea! La isla Omega (según el mapa, así se ubican) es más grande de lo que pensábamos! Es más, desde el mar en un momento nos dio la sensación de que estábamos perdidos y que no íbamos precisamente hacia la salida…menos mal que Amelie tenía un poco más de idea que yo y había mirado el mapa antes de salir…sino aún estaríamos dando vueltas!!


Cuando finalmente salimos del otro lado pudimos tener una buena panorámica de nuestra isla (gamma según la nomenclatura original, Isla Observatorio la actual), con la subida que hicimos en un par de veces al glaciar. Y cómo íbamos a volver si aún nos quedaba un poco de fuerza? Meta nomás a rodear nuestro islote y ver de cerca esas paredes de hielo que tan lejanas parecen desde la base.


Del lado opuesto a nuestra pequeña bahía se nos puso un poco movidito con las olas y las rocas de los acantilados que se nos acercaban peligrosamente, así que le metimos duro con los remos para no quedar estampados contra las piedras.


En eso veo que al frente nuestro y a lo lejos hay una especie de geiser en erupción…siiii, las benditas ballenas en plena acción! Pero por más que quisimos alanzarlas, iban en la misma dirección que nosotros y obviamente mucho más rápido. La próxima tal vez?



El sol desapareció de golpe detrás de una cortina de nubes negras y no dudamos en nuestro próximo rumbo: al Sedna antes de que se levante viento!!!


Pasamos casi 4 horas dando vueltas, quedamos hechos puré del cansancio, pero con una sonrisa imborrable!!!

Esa noche tuvimos un temporal de viento de aquellos, con intensidades de 50 nudos (unos 90 km/h) y nos sacudimos de lo lindo. Parecía que estábamos navegando! El Zodiac estaba colgado de un guinche junto a mi ventana y parecía como una ballena encabritada…no saben las caripelas que teníamos el domingo a la mañana…se notaba la falta general de sueño!


Este lunes comenzamos oficialmente el plan de entrenamiento. Ya el sedentarismo estaba empezando a comerme la cabeza, así que junto con Seba y Amelie largamos el turno mañanero. A las 7.30 ya estábamos firmes en el gélido cuartito de la casa, donde dispusimos las tres bicis fijas con los rodillos, una máquina de remo, un “strenght builder” (un par de fierros unidos por resortes que sirven para hacer ejercicios, mi pequeño aporte al gym) y unas cuantas cosas para usar como pesas…bolsas de arena, soportes de la antena que no se usaron…


Imagínense lo que es cruzar el puente con las linternas de cabeza, entrenar a la luz de las velas ya que aún es de noche (y cada vez más!), musiquita de fondo con el MP3, haciendo un poco de bici, después remo, abdominales...aun no puedo creer que estemos haciendo esas actividades en la Antártida!! Y nos tendrían que ver con el humito saliendo de nuestros cuerpos…


En fin, como para tener algo en que quemar calorías, no? Es que si seguimos a este ritmo de comidas vamos a volver rodando! Cada viernes hay control de peso con la balanza y yo vengo punteando lindo! Está bien que me hacía falta recuperar un poco de peso, pero hay que distribuirlo bien…jajjajajaja!!!


En unos días nos llega finalmente el cargamento científico desde Canadá, así que vamos a tener para entretenernos bastante con Seba…será hasta entonces pues!!!


Besos y abrazos para todos!!!

Salut!


Damián

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